Aunque el ambiente que se crea es más distendido en las cenas de Navidad, no hay que olvidar que hay límites que no se pueden sobrepasar. Fotografías y vídeos en las que mucha gente puede salir con alguna copa de más y que, aunque en ese momento resulte gracioso, quizás para el futuro no lo sea tanto. Todo puede afectar a la reputación digital.
En este punto la Agencia Española de Protección de Datos, ha recordado que no se pueden publicar fotografías o vídeos sin consentimiento de los compañeros en las redes sociales Y es que, hay casos en los que incluso se ha perdido el trabajo o la persona ha comenzado a sufrir acoso a raíz de imágenes publicadas por ellos mismos o por terceros. Desde la AEPD han hecho hincapié en que el contenido que se publica en internet puede acabar en lugares insospecchados incluso aunque el perfil sea privado. Se puede hacer una simple captura de pantalla.
Incluso la AGENCIA ESPAÑOLA DE PROTECCIÓN DE DATOS ha llegado a imponer sanciones económicas a aquellas empresas o personas que han publicado sin consentimiento. Y es que al fin y al cabo la imagen es dato personal.