La factura electrónica es una versión digital de una factura tradicional en papel. Se emite , envía y recibe de manera electrónica generalmente en formatos estructurados que permiten su procesamiento automático. Suele contener la misma información que una factura en papel, como los detalles del vendedor, comprador, producto, precio, impuestos etc.
En España aún no es obligatoria para todos los contribuyentes, pero su uso se está fomentando. Para utilizarla es necesario disponer de certificado digital para la firma electrónica de las facturas, que garantiza la autenticidad del emisor.. Ha de emitirse en un formato que cumpla con el estándar establecido por la Administración tributaria española y normativa europea, y debe conservarse durante un tiempo determinado, también debe llevarse un registro de facturas recibidas y emitidas a través del registro de facturas electrónicas (Agencia Tributaria sistema SII) .
En nuestro país de momento solo hay ciertos casos en los que la la factura electrónica es obligatoria, así como en las transacciones con las Administraciones Públicas, no siéndolo aún en el resto de transacciones particulares o privadas. Al menos por ahora no hay una fecha para que la facturación electrónica empiece a ser obligatoria en el sector privado. No obstante, está estimado que a partir del 2024 todos los negocios que facturen más de 8 millones al año deberán empezar a usarla, y en el 2025 todos los demás.